Los New England Patriots están en la “Ciudad del Pecado” esta semana preparando su final de pretemporada contra los Raiders de Las Vegas, lo que dio a Dana White, nativo de Nueva Inglaterra y súper fanático de los Patriots, una excusa para recibir a la potencia de la NFL en el cercano UFC Performance Institute (sede de las instalaciones APEX) y repartir campeonatos honoríficos.
Es algo así como esos doctorados honoríficos que las universidades de lujo regalan a las celebridades por sus logros en la vida. Te dan un diploma sin estudiar ni hacer ningún examen y, en este caso, Bill Belichick recibe un cinturón sin que le pateen el culo de aquí a Topeka. Algo me dice que White no recibirá a cambio un anillo honorífico de la Super Bowl.
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“Es una oportunidad mucho mejor, no hay donde ir”, dijo Belichick. “Quiero decir que estamos en un lugar. Disfrutan pasando el rato entre ellos, haciendo cosas juntos, con o sin fútbol. Así que es una buena oportunidad. Nos prepara para los partidos que vamos a tener en la carretera este año.”
Con los Raiders ahora en Las Vegas, White trató de usar su influencia para conseguir que las estrellas de la NFL y los ex Patriots Rob Gronkowski y Tom Brady jugaran en la “Ciudad del Pecado”, pero según White (lee su explicación aquí), el entrenador Jon Gruden torpedeó el acuerdo.
Supongo que tendrá que conformarse con Derek Carr.