No es ningún secreto que el fútbol masculino de Estados Unidos está en plena ebullición.
Tras quedar eliminados del Mundial de Qatar, la tensión en torno a la situación de Gio Reyna en el equipo se convirtió en acusaciones de chantaje. Como se señaló a principios de este mes, el entrenador de la USMNT. Gregg Berhalter se sinceró sobre un incidente de violencia doméstica de su época universitaria, en el que pateó a su ahora esposa Rosalind: «En otoño de 1991 conocí a mi alma gemela. Acababa de cumplir 18 años y estaba en mi primer año de universidad cuando conocí a Rosalind. Una noche, mientras bebíamos en un bar local, Rosalind y yo tuvimos una acalorada discusión que continuó fuera. Se volvió física y le di una patada en las piernas».
Al sacar a la luz este incidente, Berhalter declaró que lo hacía porque, según sus palabras, «[d]urante la Copa del Mundo, un individuo se puso en contacto con U.S. Soccer, diciendo que tenía información sobre mí que me «hundiría» – un aparente esfuerzo por aprovechar algo muy personal de hace mucho tiempo para provocar el fin de mi relación con U.S. Soccer.»
¿Las otras partes implicadas? Los padres de Gio Reyna, Danielle y Claudio Reyna.
La relación entre las familias se remonta a décadas atrás -Danielle y Rosalind fueron compañeras de habitación en la universidad, mientras que Claudio y Berhalter jugaron juntos en el instituto y en la USMNT-, pero ahora se ha fracturado, amenazando tanto sus amistades como potencialmente a la USMNT.
En medio de todo esto está Gio Reyna, el joven y talentoso centrocampista. Mientras la USMNT trata de seguir adelante, centrando su atención colectiva en la organización de la Copa Mundial de 2026, Reyna sigue jugando en el Borussia Dortmund de la Bundesliga.
Y parece estar dejando atrás todo el ruido.
En el partido del domingo contra el Augsburgo, Reyna entró como suplente de última hora en un partido que estaba igualado. No tardó mucho en cambiar la situación:
En los últimos minutos, Reyna adelantó al Dortmund en el marcador gracias a su delicado primer toque y a su potente disparo.
Luego llegó el miércoles, en el tiempo añadido contra el Mainz:
Dos partidos. Dos victorias de Reyna.
Tras el gol contra el Augsburgo, Reyna se apartó en señal de celebración y se tapó los oídos con las manos, como si estuviera tapando físicamente el ruido. Mientras lo hacía, el comentarista dijo «… y así es como se responde a los críticos».
Puede que la USMNT esté lidiando con un culebrón interno en estos momentos. Pero el joven jugador del medio se ocupa tranquilamente de sus asuntos… y lo hace muy bien.
