Ver cómo el dueño de la UFC, Ari Emanuel, le da un manguerazo al CEO de Tesla, Elon Musk, en la parte trasera del yate “Zeus”, me ha recordado aquella escena de Pulp Fiction cuando Winston Wolf rocía al igualmente regordete y pastoso Vincent Vega, lo que por supuesto me lleva a preguntarme dónde esconden Emanuel y Musk el cadáver.
Page Six tiene más fotos espeluznantes.
Se esperaba que Musk comprara Twitter a principios de este año, pero luego se echó atrás en el último momento, lo que provocó que el conglomerado de medios sociales demandara por rendimiento.
“Musk se niega a cumplir sus obligaciones con Twitter y sus accionistas porque el acuerdo que firmó ya no sirve a sus intereses personales”, escribieron los ejecutivos de Twitter en la demanda. “Musk aparentemente cree que él -a diferencia de cualquier otra parte sujeta a la ley de contratos de Delaware- es libre de cambiar de opinión, destrozar la empresa, interrumpir sus operaciones, destruir el valor de los accionistas y marcharse”.
Musk, sin embargo, afirma que Twitter falseó la autenticidad de su base de usuarios.
“Después de la firma, los demandados buscaron rápidamente entender el proceso de Twitter para identificar cuentas falsas o de spam”, dijo la presentación de Musk. “En una reunión del 6 de mayo con los ejecutivos de Twitter, Musk se quedó atónito al saber lo escaso que era el proceso de Twitter”.
Se espera que un juicio acelerado comience a mediados de septiembre.
