El jugador de 29 años no ha sido titular en la Premier League esta temporada, con apenas 14 partidos en todas las competiciones.
Su contrato expira en junio, y no tiene planes de renovar las condiciones en busca de tiempo de juego regular al entrar en la treintena.
Y la reticencia del club a dejar marchar a Lingard no ha hecho más que aumentar su descontento con el trato que ha recibido en la última etapa de su carrera.
Se ha quedado “consternado” por la indecisión del club a la hora de dejarle marchar, y su particular negativa a prestarle al Tottenham Hotspur o al West Ham United ha sido la fuente de una especial frustración.
Sin embargo, es comprensible que los Diablos Rojos prefieran no reforzar a los rivales de los cuatro primeros puestos de cara a la recta final de la temporada.
Sin embargo, el Newcastle, que lucha por el descenso, está lejos de eso, y su última oferta de cesión se cree que asciende a 6 millones de libras.
En el entorno de Lingard se teme que el United esté aplicando algún tipo de castigo tras el fracaso de las negociaciones contractuales del año pasado.
Mientras que Ralf Rangnick ha repetido públicamente su deseo de mantener a ciertos jugadores esta temporada con la preocupación de que los casos de Covid-19 puedan volver a dispararse.
Está claro que Ole Gunnar Solskjaer no podía encajar a Lingard en sus planes, y Rangnick se enfrenta al mismo dilema.
Pero Lingard considerará que el trato del United amenaza sus posibilidades de formar parte de la selección inglesa de Gareth Southgate para el Mundial de Catar de este año.
A pesar de su inmensa forma en la cesión al West Ham en la segunda mitad de la temporada pasada, registrando nueve goles y cuatro asistencias en 16 partidos, Southgate lo excluyó de su grupo de la Eurocopa 2020.
Y otros meses en el banquillo acabarían prácticamente con sus esperanzas de representar a los Tres Leones en el Mundial.