El Manchester United fue pésimo contra el Wolves la última vez, cayendo por 1-0 tras el gol de Joao Moutinho en el tramo final.
Y aunque no estuvieron en su mejor momento contra el Aston Villa, fueron capaces de hacer el trabajo.
En una noche en la que el United echó de menos la amenaza ofensiva de Cristiano Ronaldo, Scott McTominay apareció con el gol de la victoria, rematando de forma excelente un centro enroscado de Fred.
Los Diablos Rojos tuvieron que probar suerte en algunos momentos, sobre todo cuando Danny Ings vio cómo el VAR le anulaba un gol, pero aun así fueron capaces de superar la línea.
Hubo, por supuesto, aspectos positivos de la actuación.
David De Gea volvió a estar sublime, y el internacional español sigue redescubriendo la forma que una vez lo convirtió en uno de los mejores porteros del planeta.
Diogo Dalot se mostró como una amenaza tras ser elegido por delante de Aaron Wan-Bissaka, mientras que McTominay se mostró hábil y sólido en el centro del campo.
Sin embargo, las actuaciones de los graduados de la academia Rashford y Greenwood volvieron a ser alarmantes.
Ninguno de los dos parecía una amenaza. Greenwood fue el mejor de los dos, pero todos los disparos que realizó fueron directos para Emiliano Martínez en la portería del Villa.
Rashford, una vez más, tuvo una figura discreta. Cuando uno de los disparos de Greenwood fue rechazado por Martínez, en una rara ocasión, pareció que no se molestó en intentar marcar con el rebote.
Ambos jugadores, en la actualidad, han perdido la forma.
Rashford lleva 11 partidos sin marcar y, aunque es menos que su sequía goleadora de 17 partidos hace cinco años, es el mayor motivo de preocupación.
El jugador de 23 años no ha sido el mismo desde que se operó del hombro. Se suponía que iba a mejorar, pero, en cambio, está retrocediendo.
En sus últimos 10 partidos, sólo ha dado una asistencia, en la emocionante victoria por 3-2 contra el Arsenal a principios de diciembre.
En los cinco partidos que ha disputado desde entonces, el jugador de 24 años no ha estado muy acertado: salió en dos de ellos y sólo jugó 14 minutos contra el Wolves la última vez.
Rangnick abordó el bajón de su número 10 tras el partido con el Villa, pero el alemán no quiere que cunda el pánico todavía.
“En realidad no lo sé”, dijo cuando se le preguntó por qué Rashford estaba fuera de combate.
“Creo que se está esforzando. En los entrenamientos lo estaba haciendo bien en los últimos días, por eso estaba con toda la razón en el once titular”.
“Creo que en la primera parte le encontramos bastante a menudo, pero también intentamos meterle en el área”.
Luego añadió: “Por supuesto que sería bueno, por ejemplo, para Marcus si pudiera marcar un gol, pero mientras lo intente, mientras se entrene bien no veo tanto problema.”
Greenwood es una preocupación menor, pero aún así una.
El internacional inglés puede parecer brillante a veces, pero hay un egoísmo en él que Rangnick debe abordar.
En tres ocasiones recortó hacia dentro con su pie izquierdo cuando había mejores opciones disponibles, y todos sus disparos fueron fáciles de salvar para Martínez, incluido el que el argentino falló.
Sólo ha marcado una vez desde su golazo contra el Leicester en octubre, contra el modesto Young Boys en la Liga de Campeones.
Así que, aunque Rangnick puede señalar que su equipo es mejor en el aspecto defensivo, la capacidad ofensiva de su equipo se ha visto mermada.
Bruno Fernandes, por su parte, también tuvo una actuación muy discreta.
Pero con Rashford y Greenwood tan fuera de juego, el internacional portugués no puede resolver todos los problemas por sí mismo a pesar del talento que posee.
