La temporada 2021/22 de Lukaku se ha visto alterada por las lesiones, Covid-19 y, más recientemente, por la polémica generada por una entrevista con un medio italiano.
Pero no hay duda de que el Chelsea aún no ha visto todo el potencial de su delantero estrella en su segunda etapa en el club.
Ha mostrado destellos recientemente, marcando tres goles en cuatro partidos antes de la victoria por 2-0 contra el Tottenham en la Carabao Cup el miércoles, y esperan que haya más por venir.
Sin embargo, a los responsables de Stamford Bridge no les ha pasado desapercibido que otra de las decisiones que tomaron en verano está teniendo un efecto diferente en otros lugares.
Para hacer sitio a Lukaku, el Chelsea decidió vender a Tammy Abraham y Olivier Giroud en la temporada baja.
El jueves por la noche, ambos se enfrentaron en el partido en el que el AC Milan recibió a la Roma en la Serie A.
Ambos marcaron, con Giroud abriendo el marcador desde el punto de penalti después de que el VAR sancionara a Abraham por una mano.
Para no ser superado por su ex compañero, Abraham respondió con un inteligente taconazo para hacer el 2-1 antes del descanso.
Finalmente, fue el Milan de Giroud el que acabó ganando el partido por 3-1, pero es el estado de forma de Abraham el que puede llevar a la reflexión a su antiguo club.
La Roma pagó 34 millones de libras por el fichaje del jugador de 24 años procedente del Chelsea en verano y, de momento, parece un dinero bien invertido.
Tras su gol en San Siro, Abraham ha marcado 13 goles en 25 partidos con la Roma esta temporada, y eso para un equipo que lucha por la regularidad y que es séptimo en la liga italiana.
Abraham se marchó de Stamford Bridge en busca de minutos de juego regulares y, sin duda, José Mourinho se los ha concedido.
En noviembre fue convocado a la selección inglesa y, aunque sin duda preferiría estar luchando por el título, Abraham puede estar satisfecho con sus propias actuaciones esta temporada.
Las cosas son bastante contrastadas en el Chelsea, donde el equipo está rindiendo bien en general, pero sus delanteros no están floreciendo.
El Chelsea fichó a Lukaku en verano después de que Jorginho terminara la temporada 2020/21 de la Premier League como su máximo goleador, tras haber marcado siete penaltis.
Han pasado seis meses y el centrocampista italiano sigue en primera posición en cuanto a goles, con nueve, dos más que Lukaku y Mason Mount.
Timo Werner y Kai Havertz, ambas incorporaciones muy caras, han anotado cinco cada uno hasta ahora.
En conjunto, Lukaku, Werner y Havertz, los tres principales delanteros del Chelsea, han marcado 17 goles en 55 partidos esta temporada. El trío ha costado al Chelsea 223 millones de libras esterlinas en concepto de traspaso acumulado.
Con el multimillonario propietario Roman Abramovich financiando el club, ese desembolso no es tan problemático como podría serlo para otros clubes. Pero sí sugiere que la actual cosecha de delanteros podría estar rindiendo por debajo de lo esperado.
Si la tendencia actual continúa, y Abraham consigue superar a los de su antiguo club mientras juega en un equipo menos impresionante, entonces el Chelsea podría tener que admitir que ha tomado algunas decisiones equivocadas en el mercado de fichajes.
