El recién coronado campeón de peso medio de la UFC, Alex Pereira, es conocido por sus métodos de entrenamiento poco ortodoxos, que incluyen, pero no se limitan, a la práctica del hoverboard, con un peso de 226 libras. Dicho esto, “Poatan” se encontró con el blanco de las bromas de sus rivales tras ser derribado por Israel Adesanya y controlado en su pelea por el título del UFC 281.
A la cabeza del desfile de juegos de palabras estaba la sensación del peso algo Khamzat Chimaev, un condecorado luchador internacional (según a quién se le pregunte) que sigue presionando para conseguir su propia oportunidad de alcanzar la corona de las 185 libras. Sin inmutarse, Pereira dejó caer recientemente un nuevo rollo de lucha con la leyenda (traducida del portugués) “Chimaev intentando derribarme”.
Vea al brasileño pavonearse en el vídeo incrustado más arriba.
“Chimaev no quiere tener una pelea en la categoría de 77 kilos porque sería el próximo retador al título y si pierde la pelea pone todo en juego”, agregó Pereira. “Así que la mejor opción para él es pelear conmigo en 93kg, no se apure”.
Eso requeriría que la promoción retrasara su revancha con Adesanya.
Se habló de que Pereira compitiera en el UFC 283 en Río; sin embargo, el notoriamente pesado “Poatan” pidió que el combate tuviera lugar en 205 libras, ya que la tarjeta de pago por visión (PPV) se realiza en aproximadamente seis semanas, dejando al campeón poco tiempo para llegar al límite de 185 libras. No es de extrañar que la promoción haya ignorado esa petición.
Por ahora.