Los rivales del peso welter de la UFC, Jorge Masvidal y Colby Covington, comparecieron el jueves (vía Zoom) ante el Tribunal del 11º Circuito de Florida, donde el juez Zachary James fijó una nueva fecha de juicio para el 12 de mayo (audiencia de estado), al tiempo que actualizó los cargos imputados a Masvidal en el ataque callejero del mes pasado.
“Gamebred” está acusado de un solo cargo de agresión agravada con resultado de grandes daños corporales y de daños criminales después de emboscar supuestamente a “Chaos” fuera de un asador “Sunshine State”. Covington sufrió una “lesión cerebral” durante el altercado, según un nuevo informe de MMA Junkie.
Además, el informe también señala que a Masvidal se le ha ordenado mantenerse alejado de Covington, a no menos de 25 pies en persona y al menos 500 pies de distancia de su residencia personal. El dos veces aspirante al título dijo al tribunal que vivía “con miedo” a otro ataque. Masvidal también tiene prohibido contactar con Covington directa o indirectamente.
“Gamebred”, que se declaró “no culpable” de ambos cargos, fue detenido el 23 de marzo, pero más tarde fue puesto en libertad con una fianza de 5.000 dólares. Se espera que sus abogados argumenten “combate mutuo” si este caso llega a juicio. Los abogados de la defensa han presentado recientemente una moción en la que solicitan un examen médico de Covington, así como una inspección del Rolex supuestamente dañado en el supuesto ataque.
No cabe duda de que el jurado escuchará la totalidad de su larga (y bastante fea) disputa. Covington y Masvidal son antiguos amigos y compañeros de entrenamiento que se separaron por su búsqueda individual del título del peso welter. Covington acabaría derrotando a Masvidal en el evento principal del UFC 272, pero “Gamebred” quería que se hiciera justicia en la calle por los incendiarios comentarios que hizo “Chaos” durante la preparación de su pelea de cinco asaltos.
El coste de esa supuesta venganza podría llegar a ser de 15 años de prisión y una multa de 10.000 dólares.