Zinedine Zidane podría desempeñar un papel importante para ayudar al Chelsea a retener a Romelu Lukaku. Se espera que el francés se haga cargo del París Saint-Germain en verano y es probable que influya en que Kylian Mbappe decida marcharse o no.
Zidane es agente libre desde que dejó el Real Madrid la temporada pasada, tras haber ganado dos Ligas y tres Champions League consecutivas.
Con una enorme reputación en el fútbol moderno, el ex centrocampista de los blancos ha sido vinculado con todas las vacantes de gran escala en los últimos tiempos, incluida la del Manchester United tras el despido de Ole Gunnar Solskjaer.
Sin embargo, los informes apuntan a que se convertirá en el entrenador del PSG en verano, una vez que Mauricio Pochettino abandone el club.
El PSG se enfrenta a un gran verano con la posible marcha de Mbappe al Real Madrid. El gigante francés ya ha elaborado planes para la vida después del delantero y ha señalado a Lukaku como objetivo, según un informe del Sun.
Sin embargo, se sabe que Mbappe idolatra a Zidane y podría estar tentado de quedarse en el PSG si el ex madridista acaba sucediendo a Pochettino.
Esto podría tener un gran efecto en cadena para el Chelsea, ya que es probable que el PSG ponga fin a su interés por Lukaku si Mbappe se queda en el club.
La carrera de Lukaku en el Chelsea estuvo recientemente en duda después de que expresara su deseo de volver al Inter de Milán tras un desacuerdo con las tácticas de Thomas Tuchel.
Sin embargo, desde entonces ambos han arreglado sus relaciones y Lukaku fue titular en la victoria de la semifinal de la Carabao Cup contra el Tottenham a mediados de semana.
Hablando recientemente sobre Lukaku, Tuchel : «Para mí es importante entender el cuadro general que tenemos.
«¿Refleja su estado de ánimo y su actitud general? Absolutamente claro que no.
«¿La intención era crear problemas o dejar el club, presionar al entrenador? Absolutamente no.
«Por supuesto que debería haberlo sabido, por eso tenemos que limpiarlo y aclarar las cosas entre todos.
«Tenemos que ser lo suficientemente adultos y maduros para aceptar una disculpa y tener la cabeza despejada para preparar los próximos partidos».
«Él es muy consciente de lo que ha pasado y de lo que ha creado y siente la responsabilidad de limpiar el desaguisado; quizá nos huela un poco a gloria, por supuesto, pero puede manejarlo y no tiene otra opción».