Cada vez que Conor McGregor se sube a uno de sus exóticos supercoches, los fans de «Notorious» están a su lado para grabarlo. Funciona muy bien cuando se trata de flexionar su músculo vehicular – pero es contraproducente cuando la policía está en plena persecución.
Ese fue el caso a principios de esta semana en Dublín, Irlanda, cuando McGregor fue detenido por conducción peligrosa, lo que obligó a las fuerzas del orden a confiscar su Bentley de 187.000 dólares. A diferencia de su Rolls Royce, «Mystic Mac» recuperará éste.
«El Sr. McGregor conducía hacia el gimnasio cuando fue detenido por [Irish police] por supuestas infracciones de tráfico», dijo la portavoz de McGregor, Karen Kessler, a ESPN. «Pasó las pruebas de drogas y alcohol que le hicieron en la comisaría».
McGregor, de 33 años, ha experimentado su cuota de infracciones de tráfico a lo largo de los años y podría ser abofeteado con una fuerte multa por su último percance. La cárcel es sin duda una opción, pero poco probable para una estrella de su magnitud, teniendo en cuenta que no hubo heridos ni daños en la escena.
«PD: Todos los luchadores de la UFC tenéis que dejar de ser arrestados por mierdas estúpidas», escribió en las redes sociales su viejo rival Nate Díaz. «Actuando como animales, niñatos irresponsables, poneros las pilas. Conduzcan con cuidado por favor y actúen correctamente. Fuuuuck».
Se espera que el «Notorious», reparado quirúrgicamente, haga su regreso al octágono a principios de 2023.