La temporada 2022 de Hard Knocks terminó el miércoles por la noche después de que pudiéramos pasar las últimas cinco semanas conociendo a los Detroit Lions. Ha sido, sin duda, una de las mejores temporadas en los 21 años de historia del programa, e incluso el fan más acérrimo de la NFC Norte con predisposición a odiar todo lo relacionado con Detroit tiene que admitir que este equipo es tan simpático que duele.
Este es un equipo que era simpático al comenzar el año, y ahora lo es aún más. Parte de eso es simplemente por ser los Lions, uno de los eternos moradores del sótano de la NFL, entretejido en la conciencia nacional a través de los juegos de Acción de Gracias. Esta temporada de Hard Knocks hizo muy bien en utilizar el equipo como una alegoría de la propia ciudad – abajo, pero no fuera. Eternamente esperanzada, y desesperada por volver. Es con este fin que Dan Campbell es la figura ideal para liderar este equipo de vuelta.
Campbell es el nexo de unión de todo lo que ha impulsado esta temporada. El entrenador de segundo año y ex jugador es el parangón de lo que la gente imagina que es un entrenador de fútbol estereotipado. Desde los primeros momentos del primer episodio, con «GRIT» escrito en la pared de la sala de reuniones en letras mayúsculas gigantes, hasta hablar con tópicos futbolísticos que no tienen ningún sentido.
«No importa si tienes un cachete en el culo y tres dedos en los pies, voy a darte una paliza».
Sigo sin tener ni idea de lo que significa esto, pero realmente no importa, supongo.
Lo que traspasa la pantalla es cómo Campbell quiere que sus jugadores conserven su individualidad. Definitivamente es un entrenador de jugadores que no cree en aplastar la personalidad al servicio de un ideal de equipo, sino en aprovechar estas personalidades y ajustarlas a su visión de un jugador de fútbol en el campo. Parte de esto es una creencia inquebrantable en el respeto, no a él, sino a los demás – como Campbell le dice a su equipo antes de su primer partido de pretemporada que la «única cosa que me hará perder la cabeza» es si ve que los titulares y los suplentes no prestan atención a los jugadores del tercer y cuarto trimestre que luchan por un puesto en la lista.
Todo en el mundo de Campbell se gana, no se da, y eso se refleja en sus entrenadores de posición. Después de un touchdown, el corredor D’Andre Swift se dirige a la línea de banda y, en lugar de recibir felicitaciones, el entrenador Duce Staley le recuerda que era más fácil conseguir yardas entre los placajes, en lugar de rebotar hacia fuera como hizo Swift en la carrera.
Este es un gran elemento de lo que hace que este equipo sea agradable también: el cuerpo técnico. Campbell ha reunido a un verdadero «quién es quién» de antiguos jugadores, con el ya mencionado Staley dirigiendo a los running backs, Aaron Glenn como coordinador defensivo, Mark Brunell como entrenador de quarterbacks, Antwaan Randle El para los wide receivers, y más. La interacción de estas grandes personalidades fue genial de ver en Hard KnocksEn particular, Staley y Glenn discutiendo en los entrenamientos sobre qué unidad lo está haciendo mejor.
A pesar de lo divertida que fue esta temporada, el último episodio fue un previsible rompecorazones. Era el momento de reducir a 53 jugadores, y eso significaba que muchas de las personalidades que conocimos estaban a punto de ver truncados sus sueños en la NFL. Fue especialmente brutal durante el montaje de las entrevistas de salida, en las que Campbell y el director general Brad Holmes dijeron a un jugador tras otro que no habían pasado el corte. Algunos se lo tomaron bien, queriendo saber qué podían hacer mejor; otros apenas podían mantener el contacto visual, no por falta de respeto, sino por la infinita decepción.
Una de las cosas Hard Knocks demostró muy bien es que para los jugadores de profundidad realmente no se trata del jugador individual, sino de cómo estos jugadores encajan con el titular y lo que pueden aportar como complemento. Dentro de la tristeza hubo un par de puntos brillantes, el corredor Craig Reynolds ganó el último lugar en una sala llena de corredores y luchó para representar a su familia. El otro fue Chase Lucas, elegido en la 7ª ronda del draft, que se empapó de cada momento de su experiencia, esperando a medias ser cortado, antes de saber finalmente que había entrado en el equipo.
Esta fue una temporada realmente notable de la serie, y vale la pena verla si no tuviste la oportunidad. Te prometo que quien haya visto a los Lions en Hard Knocks esta temporada adoptará a Detroit como su segundo equipo.
Los 6 mejores momentos de Hard Knocks este año
- Duce Staley amenazando con multar y echar a cualquier jugador de la sala RB que se tire un pedo
- Aidan Hutchinson cantando torpemente «Billy Jean» para el deleite de sus compañeros de equipo
- Campbell recomendando a sus linebackers que lleven Depends en el primer entrenamientode vuelta después de un partido
- Chase Lucas sonriendo como un niño después de conseguir su primera intercepción, preguntando al oficial si podía tener el balón del juego
- Malcolm Rodríguez comprando botas de vaquero y un sombrero de vaquero en el centro de Detroit
- Un jugador preguntando a sus compañeros por qué ya no llevan copas
