Cualquier detalle que el público obtenga sobre el reciente incidente de Dana White en un club nocturno en Cabo, en el que el presidente de la UFC fue grabado en video abofeteando a su esposa en represalia por haber sido golpeado durante una acalorada discusión, tendrá que venir del propio White.
Esto se debe a que las leyes de privacidad de México prohíben a las fuerzas del orden discutir el asunto «muy privado» y los investigadores de la policía se negaron a confirmar o negar si se había presentado una denuncia, según un nuevo informe de Sara Coello en ESPN.
«La carga de aportar pruebas recae siempre en la víctima», dijo Céline González, profesora de ciencias políticas que estudia la violencia doméstica en el Centro de Investigación y Docencia Económicas de México, al socio de difusión de la promoción. «Su trabajo es denunciar, y en México ese proceso no es fácil».
White se disculpó rápidamente por su comportamiento e hizo una aparición reciente en el día de medios de UFC Vegas 67 en APEX (vea el video aquí). Ejecutivos tanto de ESPN como de Endeavor -empresa matriz de UFC- se han negado a comentar el asunto.
«¿Necesito reflexionar? No, no necesito reflexionar», dijo White. «A la mañana siguiente, cuando me desperté (reflexioné). He estado en contra de esto. He sido dueño de esto. Te digo que estoy equivocado. Pero escucha, hemos tenido muchas discusiones internas, con Ari (Emanuel), ESPN – nadie está contento. Nadie está contento con esto. Yo tampoco, pero sucedió, y tengo que lidiar con ello».
No se espera que White se enfrente a ninguna acción disciplinaria.
«La violencia doméstica es atroz, es inaceptable, no debería suceder, y él no debería poder exigir su propio castigo», dijo la presentadora de ESPN Molly Qerim. «Mucha gente toma malas decisiones o se ve involucrada con la ley, y no pueden decir: ‘Eh, con mi vergüenza basta’. No, te enfrentas a un castigo además de eso, y eso debería suceder aquí, y él tiene un jefe, y ese es Endeavor, y espero que ellos dicten algo.»
Las peticiones de destitución de White siguen cayendo en saco roto.
