Oficialmente, la NFL no tiene favoritos. Sin embargo, la posibilidad de organizar un partido de campeonato de conferencia en un lugar neutral debe haber sido atractiva para la oficina de la liga.
Por desgracia, no estaba destinado a ser. La derrota de los Buffalo Bills por 27-10 ante los Cincinnati Bengals el domingo eliminó la opción de que el partido por el campeonato de la AFC se jugara en Atlanta.
El plan de trasladar ese partido a Georgia se puso en marcha tras el enfrentamiento de la 17ª semana de la temporada regular entre los Bills y los Bengals. Ese partido fue, por supuesto, suspendido en el primer cuarto tras la emergencia médica sufrida por el safety de Buffalo, Damar Hamlin.
Reanudar el partido tan tarde en la temporada no es una opción, y finalmente se suspendió. Sin embargo, esto supuso un problema para la NFL de cara a los playoffs: Mientras que 30 de los 32 equipos de la liga acabarían la temporada regular con 17 partidos, los Bills y los Bengals -dos de los mejores equipos de la AFC- sólo habrían jugado 16.
Si a esto le añadimos el hecho de que Buffalo tenía el desempate frente al otro candidato al número 1, los Kansas City Chiefs, la liga tuvo que buscar una solución. La solución fue contar los partidos que realmente se jugaron, pero trasladar un posible partido Chiefs-Bills por el título de la AFC a un lugar neutral en caso de que ocurriera.
El Mercedes-Benz Stadium de Atlanta fue elegido como ese lugar, y los aficionados de ambos equipos se apresuraron a comprar entradas, algo que la NFL anunció alegremente en la semana previa a la Ronda Divisional de los playoffs:
Ante la posibilidad de un partido neutral por el campeonato de la AFC en el Mercedes-Benz Stadium de Atlanta entre los Buffalo Bills y los Kansas City Chiefs, ambos clubes ofrecieron a los abonados que previamente habían optado por comprar entradas para el partido por el campeonato de la AFC en Buffalo o Kansas City acceso prioritario para adquirir entradas a un precio preferente.
Más de 50.000 entradas fueron adquiridas por los abonados de los clubes en las primeras 24 horas del anuncio. El plan de venta de entradas permite a los seguidores de los Bills sentarse en su lado del campo y a los Chiefs en el otro.
Por supuesto, nada de eso importaría si los Chiefs y/o los Bills no llegaran a ese partido. Cualquier otro emparejamiento para el partido por el título de la AFC aplicaría las reglas normales, lo que significa que el partido no se jugaría en un lugar neutral, sino en el estadio del equipo mejor clasificado.
Eso es precisamente lo que ocurrió. Mientras que los Chiefs hicieron su trabajo contra Jacksonville el sábado, los Bills no hicieron lo mismo al día siguiente. Como resultado, el Campeonato de la AFC del 29 de enero tendrá lugar en el estadio Arrowhead de Kansas City.
Naturalmente, no todo el mundo se entristeció al ver que los sueños de la NFL de un partido en campo neutral llegaban a su fin, especialmente en Cincinnati.
Dentro de la oficina de la liga, sin embargo, la opinión podría ser diferente. Como señaló Pro Football Talk en la semana previa a la Ronda Divisional, después de todo, el «interés en los partidos por el título en sede neutral se ha vuelto muy real» dentro de la NFL.
La NFL envidia el ambiente de los grandes partidos universitarios, en los que el 50/50 de los aficionados van ataviados con los colores de sus equipos. Es una cosa del fútbol universitario que el fútbol profesional no reproduce del todo …
[T]a decisión de la liga de promocionar la venta de entradas se convierte en la base para que la NFL venda la posibilidad a los propietarios y aficionados (muchos de los cuales no están interesados en un partido de campeonato de conferencia en una sede neutral) como algo innovador y pionero y el siguiente paso en el crecimiento del juego, al llevar dos más de sus eventos más significativos a diferentes ciudades y estadios, cada año.
Si la NFL realmente quiere introducir partidos de campeonato en sedes neutrales en el futuro, lo hará. La opinión pública nunca ha importado realmente a la liga y a sus propietarios siempre que no afecte negativamente a los resultados finales; lo más probable es que la introducción de una nueva estructura de playoffs con dos partidos más de este tipo tampoco lo haga.
Al menos este año, sin embargo, la NFL no experimentará con un formato alterado. La paliza de los Bengals a los Bills estropeó esos planes.
