Como si tres años de COVID-19 no hubieran sido suficientemente duros para el mundo, ahora tenemos que lidiar con una invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia.
Parece que se ha iniciado una nueva Guerra Fría entre Rusia y Occidente en respuesta, y aunque eso es ciertamente mejor que una guerra caliente que involucre a las potencias nucleares, las repercusiones de gran alcance de las sanciones y restricciones y embargos comerciales que se están lanzando no han comenzado realmente a surtir efecto todavía.
Un pequeño ejemplo de cómo esta nueva situación geopolítica afectará a todo puede verse con el UFC de Londres el 19 de marzo de 2022. El tan esperado regreso de la UFC al Reino Unido iba a ser encabezado por el prometedor británico Tom Aspinall y el ruso Alexander Volkov. Según MMA Fighting, fuentes entre bastidores han revelado que Volkov podría no ser capaz de conseguir un visado para luchar en el Reino Unido.
El viernes, El Ministro del Interior del Reino Unido, Priti Patel, anunció que iba a cancelar los visados de un equipo de baloncesto de Bielorrusia, y añadió: «El Reino Unido no recibirá a los equipos deportivos nacionales de aquellos países que sean cómplices de la invasión ilegal y no provocada de Putin en Ucrania.» Bielorrusia ha permitido que las tropas rusas atraviesen el país para atacar a Ucrania y hay informes de que sus propias tropas están participando en operaciones de combate.
Otros tres rusos iban a luchar en el UFC de Londres: Timur Valiev, Shamil Abdurakhimov y Sergei Pavlovich. Valiev se enfrentará a Jack Shore, mientras que Abdurakhimov y Pavlovich se enfrentarán entre sí. Según se informa, la UFC está «estudiando la situación para buscar posibles soluciones».
Hasta el momento, Estados Unidos no ha anunciado ninguna prohibición de visado similar para los atletas rusos, pero las pasadas sanciones contra el líder checheno Ramzan Kadyrov se dirigieron específicamente a su promoción Akhmat Fight Club y provocaron que muchos luchadores no pudieran conseguir visados en Estados Unidos. Así pues, quién sabe lo que deparará el futuro, dado que esta inestable situación sigue dando lugar a más divisiones y restricciones.
