En algún lugar entre el cielo y el infierno, existe una tierra conocida como la AFC Sur. Es la zona Mad Max de la NFL, donde todo es un páramo y nada crece.
Es muy pronto, pero parece que la AFC Sur va a ser la peor división de la NFL. La división fue 0-2-2 en el fin de semana de apertura, y la única razón por la que hay un 2 en la tercera columna es porque los Texans y los Colts empataron después de un horrendo partido de fútbol americano.
Comenzaremos en Houston, donde los Texans bajo el nuevo entrenador en jefe Lovie Smith (y su hermosa barba) se enfrentaron a Frank Reich y su nuevo QB de los Colts, Matt Ryan. Nada en este juego funcionó realmente en la ofensiva, con ambos equipos realmente luchando para encontrar cualquier grieta:
Luego, tenemos las patadas. Ambos pateadores fallaron goles de campo que podrían ganar el partido, y al final del partido, Lovie Smith decidió hacer un punt en el cuarto down en lugar de ir a por la victoria, y se conformó con el empate. Sólo en la AFC Sur.
Los Jaguares estaban en Washington para enfrentarse a Carson Wentz y a los Comandantes, e intentaron que su nuevo entrenador Doug Pederson consiguiera su primera victoria como Jaguar. Por supuesto, no fue así, ya que los Jaguars perdieron 28-26 y la ofensiva de los Jaguars caminó dormida durante la primera mitad, poniéndose en un agujero del que no pudieron salir. La renovada línea ofensiva tuvo los mismos problemas de siempre, ya que el frente defensivo de Washington aterrorizó a la ofensiva de los Jaguares.
Luego tenemos a Tennessee, que parece perder partidos de forma espectacular. En casa contra los Giants, Tennessee sucumbió a un pase de touchdown de Daniel Jones y luego a una conversión de 2 puntos de Saquon Barkley para ir uno abajo. El QB de los Titans, Ryan Tannehill, lanzó un gran pase a Kyle Phillips para preparar un gol de campo que ganara el partido… que fallaron rápidamente porque los pateadores en la NFL no pueden tener cosas bonitas, aparentemente.
El Sur de la AFC tiene que ser ganado, pero el camino a ese punto estará lleno de giros, vueltas y posiblemente fútbol horrendo.
