La refriega de ayer entre Jake Shields y Mike Jackson (¡VEA AQUÍ!) fue un caso clásico de «Estas cosas pasan en las MMA», una frase que se originó hace más de una década después de otra reyerta protagonizada por Jake Shields en Strikeforce: Nashville. Los dos han dejado claro su desprecio mutuo en los últimos años en Internet, ya que el dúo está en lados opuestos del espectro político.
Se ha puesto feo, por decir lo menos.
Un día después, ambos atletas hablaron con MMA Fighting sobre el incidente. No es de extrañar que los dos ofrezcan historias contradictorias, ya que ambos hombres alegan que el otro cruzó la línea de la charla basura a la agresión en primer lugar.
El conflicto comenzó cuando ambos se encontraron en el UFC Apex. Jackson estaba trabajando en la bolsa, mientras que Shields estaba allí para entrenar al UFC Javid Basharat. Cuando ambos se cruzaron, Shields llamó racista a Jackson, mientras que Jackson replicó que Shields era nazi. En un primer momento, ambos tomaron caminos separados, y Jackson explicó: «Intento mantener la calma. Tranquilo, déjame terminar mi entrenamiento».
Esa calma no duró mucho. Cuando Shields se acercó de nuevo a Jackson tras ser llamado nazi, alega que «The Truth» lanzó el primer puñetazo, lo que dio lugar a su enredo en el suelo que se publicó ayer en Internet.
«Así que corrí hacia él, me lanzó un gancho, así que le agarré, le tiré al suelo», dijo Shields. «Empecé a abofetearle como el b-ch que era, y él estaba como, ‘Ayuda, ayuda'».
Jackson cuenta la historia de otra manera. Dice que el compañero de equipo de Shields le empujó, y que fue placado por detrás y escupido.
«Si quisiera defenderme, no podría porque estaba de espaldas», dijo Jackson. «Así que eres un puto tramposo de mierda». Una vez que Jackson se dio cuenta de que los dos estaban en una auténtica pelea callejera, optó por el golpe en el ojo y afirma que cortó a Shields. «Así que, por supuesto, le golpeé con el Dean Barry, porque ahora estoy tratando de arrancarle el ojo, porque estoy como, hermano, yo no pedí esto», dijo. «Le di un buen golpe en el ojo porque vi que cuando se levantó, tenía sangre en la cara».
Jackson también explicó que recientemente se sometió a una cirugía de mandíbula, y que si este incidente conduce a cualquier complicación, espera que Shields sufra las consecuencias financieras. «Si tengo algún otro problema con esto, no quiero que lo pague la UFC, quiero que lo pague Jake Shields», dijo.
Otra de las consecuencias de la pelea es que Shields se ha metido en un buen lío con el Instituto de Rendimiento de la UFC. Shields lo reconoció, pero también argumentó que enfrentarse a Jackson era necesario para su reputación, y contraatacó con su propia acción legal potencial.
«Sé que me pasé de la raya, así que espero limar asperezas con el IP», dijo. «Sé que no debería haberlo hecho. Pero el tipo llevaba meses apareciendo en mi Twitter y llamándome nazi, lo que es una difamación en toda regla».
«Hago negocios con gente judía, y por eso me llaman nazi, y la gente que me conoce sabe que no soy así, pero ¿y si no conociera a esa gente con la que trabajo? Podría perder grandes negocios si está ahí sentado diciendo a la gente que soy un nazi y un supremacista blanco. Es una calumnia. Podría demandarle por difamación».
