Gareth Southgate se hace cargo de Inglaterra por 67ª vez el viernes por la noche contra Albania. Se ha convertido en parte del mobiliario de St George’s Park, pero todo llega a su fin en algún momento. El contrato actual de Southgate se extiende hasta el Mundial de Qatar del año que viene.
La semana pasada cerró la puerta a las discusiones sobre la vida del entrenador más allá de eso, diciendo de forma opaca que las conversaciones sobre cualquier extensión son un asunto privado entre él y la FA.
Southgate no ha ocultado su deseo de volver al fútbol de clubes más adelante y el próximo mes de diciembre parece un momento natural para dejar la escena internacional. Al final de ese torneo habrá estado en el cargo durante seis años y medio.
Eddie Howe se hará cargo del Newcastle United por primera vez tras el parón internacional. Es de suponer que le gustaría formar parte del mobiliario de St James’ Park, pero quizá le convenga más alquilar en Tyneside que echar raíces.
El pasado demuestra que el primer entrenador en el puesto después de que el dinero llegue a los clubes no tiende a durar el curso.
A pesar de que los propietarios del Newcastle hablan de proyectos a largo plazo, la riqueza trae consigo la impaciencia. Cuando puedes permitirte todos los purasangres del establo, no hace falta mucho para cambiar de caballo.
Howe tiene un objetivo definido a corto plazo al evitar el descenso esta temporada, pero la exigencia de un rápido ascenso más allá de eso no le dará mucha estabilidad en la cuerda floja.
Si miramos a los dos clubes de la Premier League que han disfrutado de inyecciones financieras paralelas en los últimos 20 años -los dos que el Newcastle querría emular-, los augurios a largo plazo no son buenos para Howe.
Claudio Ranieri duró 17 meses en el reinado de Roman Abramovich en el Chelsea después de que el multimillonario ruso comprara el club en 2003. Mark Hughes sobrevivió 14 meses tras la compra de Abu Dhabi en el Manchester City en 2008 antes de ser destituido.
En ambos casos fue el siguiente hombre -José Mourinho en Stamford Bridge y Roberto Mancini en el Etihad- quien se llevó la gloria con el primer trofeo de los nuevos propietarios. El primero fue el chivo expiatorio.
La línea de tiempo aquí de los empresarios con aspiraciones rapaces -14-17 meses- es instructiva. En 14 meses el Mundial acabará de terminar y Southgate puede estar buscando un nuevo reto interesante.
Une los puntos.
El Newcastle puede o no haber pensado en esto. Lo más probable, dados los informes de una nueva operación bastante caótica, es que no lo hayan hecho. Pero los clubes bien organizados operan al menos con un gestor por delante, vigilando los posibles objetivos futuros para cuando el actual jefe se vaya.
El Newcastle debería hacerlo definitivamente con Southgate.
Es el entrenador más exitoso de la selección desde Sir Alf Ramsey, el hombre que desde entonces ha guiado a Inglaterra a una semifinal de la Copa del Mundo y a una final de la Eurocopa.
Puede que haya algunas fricciones por el estilo de fútbol que su enfoque instintivamente cauteloso puede traer y algunos tijeretazos a su modesto historial en el Middlesbrough, pero mucha agua ha pasado bajo el puente desde entonces.
Técnicamente, por supuesto, Steve Bruce fue el primer entrenador de la era PIF en St James’ Park, pero un partido mientras solucionaba su pago apenas califica.
Howe es el individuo que tiene la responsabilidad de dar forma a la primera etapa de la revolución, pero la historia sugiere que sólo está preparando el terreno.
Si las fichas caen como lo han hecho anteriormente y Southgate concluye que su trabajo con Inglaterra ha terminado, el atractivo de ser el siguiente hombre en el Newcastle en su viaje al cielo financiado por Arabia Saudita puede resultar imposible de resistir.
