El «Don de Teflón» no tiene nada contra el «Dana de Teflón».
Apenas dos semanas y media después de que Dana White fuera grabado abofeteando a su mujer en un club nocturno, la TBS siguió adelante con la emisión por primera vez de su polémica liga Power Slap. White de alguna manera superó la terrible óptica y aún peores enredos en los motores de búsqueda que vinieron con los dos eventos de bofetadas.
Quedan pocas dudas sobre si se librará de salir gravemente perjudicado por el incidente de maltrato doméstico, que habría acabado con casi cualquier otra figura pública.
Muchos se han preguntado cómo demonios lo hace White, y muchos medios de comunicación se centran más en la falta de repercusiones que en el incidente en sí. ESPN ha salido a la palestra con un disfraz de perrito caliente preguntando quién podría ser el responsable de castigar al presidente de UFC. La respuesta en términos prácticos es: «Nadie».
Ahora, Front Office Sports está escribiendo un resumen postescándalo de la situación titulado «Cómo Dana White se hizo inmune a la controversia.»
La parte más interesante de la cobertura de Front Office Sports es una serie de citas de antiguos empleados anónimos de la UFC que dan al aficionado medio no perteneciente a la UFC una idea del extraño mundo aislado que White ha creado.
Es un mundo en el que se le quiere, se le adora y se le teme a partes iguales.
«Aquellos dentro [the sport] sabían que nada iba a suceder», dijo un ex empleado de la UFC en el artículo. «Dana es así de poderoso. En cualquier otro deporte, que el presidente de una liga le pusiera las manos encima a su mujer provocaría una acción inmediata. Es triste y repugnante al mismo tiempo».
¿Y por qué White recibe un trato especial del jefe de Endeavor, la empresa matriz de la UFC, Ari Emanuel?
«Ha convencido a Ari de que tiene la salsa secreta», dijo otro ex empleado. «Endeavor cree que no hay nadie más que Dana que pueda dirigir UFC».
A lo largo de los años, la marca UFC se ha convertido en un enorme monstruo. Junto a ella, White ha trabajado duro para construir su propia marca. Para la mayoría de los aficionados, es una persona que dice la verdad sin tonterías y que hace lo que hay que hacer para que los luchadores «prima donna» entren en la jaula. Para los ejecutivos de negocios, él es el que dará carpetazo a Jon Jones durante tres años en lugar de pagarle «Deontay Wilder Money», preservando los grandes beneficios que los accionistas de Endeavor han disfrutado desde que compró la compañía en 2016.
Honestamente, es ese enfoque despiadado para mantener la escala salarial por encima de todo lo demás lo que probablemente lo mantiene seguro en su posición en la cima de UFC. Claro, él es conocido por salpicar luchadores con dinero en efectivo aquí y allá también. Pero, todo el mundo sabe lo peligroso que puede ser pedir más dinero a White.
Y eso se extiende más allá de los luchadores a los empleados de UFC.
«Dana dará 1.000 dólares de propina al portero de un hotel, pero si alguien va a su oficina y le pide un aumento, eso le cabrea», dijo un ex empleado a Front Office Sports. «Es muy extraño. Para Dana, el dinero es amor. No lo ve como un instrumento para comprar bienes o servicios. Si le pide dinero, significa que no le quiere. Es muy primitivo».
Estos ex empleados anónimos no fueron completamente negativos al hablar de su antiguo jefe. Todos ellos dijeron a Front Office Sports que nunca habían visto a White actuar físicamente violento con otra persona como lo hizo en las imágenes con su esposa. Eso podría ser otro factor atenuante en cómo se las arregló para salir por la otra orilla de este escándalo al final … no es como si hubiera salvado a nadie más en una situación similar.
