Después de rematar 2021 con «190 libras de granito», el ex campeón de peso ligero de la UFC Conor McGregor pasó la mayor parte de 2022 presumiendo de su físico a través de varias publicaciones en las redes sociales, como la incrustada arriba.
Algunos luchadores rivales acusaron al «Notorious» de usar esteroides, mientras que otras voces destacadas de la comunidad de las MMA creen que el poderoso irlandés tendrá que responder pronto ante la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA).
¿O lo hará?
Resulta que McGregor no ha sido sometido a un control antidopaje en todo el año 2022, a pesar de la política de «paradero» de la organización, que hace la vida miserable a la mayoría de los luchadores, incluso a los que no están contratados para competir. Entonces, ¿por qué se ha dejado en paz a «Mystic Mac»?
La USADA respondió a los recientes titulares con una declaración a MMA Fighting:
«Una vez que los atletas de la UFC se inscriben en el programa de pruebas, están sujetos a las pruebas – incluso cuando no compiten – a menos que notifiquen a la UFC de su retiro, su contrato es terminado, o son retirados del programa de otra manera.»
«En el caso de que un atleta regrese a la UFC, se le exige que permanezca en el grupo de pruebas de la USADA durante seis meses antes de que se le permita competir. Al igual que las normas de la Agencia Mundial Antidopaje, la UFC puede conceder una exención a la norma de notificación escrita de seis meses en circunstancias excepcionales o cuando la aplicación estricta de dicha norma sea manifiestamente injusta para el deportista, pero en ambos casos, según las normas de la UFC, el deportista debe proporcionar al menos dos muestras negativas antes de volver a competir. No comentamos el estado del grupo de pruebas de ningún atleta en particular».
En otras palabras, no es de su incumbencia.
Puede parecer inútil hacer un control antidopaje a McGregor -que sigue fuera de combate mientras se recupera de una pierna rota- sin fecha de regreso prevista para los próximos meses, pero creo que la gran cuestión aquí es la coherencia.
Si la USADA exige una prueba de drogas de un luchador que está en el hospital con su esposa en el parto, entonces seguramente puede encontrar el tiempo para agarrar un poco de limonada irlandesa de la estrella de «Road House» mientras está en el lugar en la República Dominicana.
Si no, siempre hay esta cláusula de escape.
