El Liverpool lleva tiempo negociando con Salah y sus representantes, pero los avances en un nuevo acuerdo son lentos.
Se cree que Salah está exigiendo ser el jugador mejor pagado del Liverpool con un salario en la región de 400.000 libras por semana.
Sin embargo, aceptar esas condiciones rompería la estructura salarial de los Reds, algo que el equipo de la Premier League no está dispuesto a hacer.
Aunque el técnico Jurgen Klopp ha seguido siendo optimista en cuanto a la posibilidad de llegar a un acuerdo, el tiempo se agota y la convocatoria de Salah para la Copa de África puede ralentizar aún más las conversaciones.
Salah podrá negociar un precontrato con un club del extranjero a partir del próximo mes de enero, lo que significa que el verano será la última oportunidad que tendrá el Liverpool de ingresar una cantidad decente por él.
Hasta ahora, no hay señales de un avance en las discusiones, con Salah actualmente uno de los mejores jugadores del mundo.
Ha marcado 23 goles en 26 partidos en todas las competiciones para los Reds esta temporada, ayudando a llevarlos a los octavos de final de la Liga de Campeones.
Esta será la quinta temporada consecutiva en la que supera los 20 goles en una campaña, siendo su total más bajo en un año 23.
Por ello, quiere que se le compense por ese estado de forma, aunque el último tuit de Abbas Issa está causando preocupación.
El jueves, publicó una foto de Salah sentado en una mesa riendo, aunque no había ningún pie de foto que la acompañara.
Eso ha provocado la preocupación de algunos de que Abbas Issa esté insinuando que el equipo de Salah considera que la oferta del Liverpool es irrisoria.
Otros han interpretado el críptico post como que un acuerdo está cerca de completarse, dejando a los seguidores en vilo.
Klopp aprovechó la semana pasada para intentar calmar los nervios de los aficionados, insistiendo en que las negociaciones están avanzando.
«No sé qué puedo decir además de lo que ya he dicho. ¿Cuál es el problema? No diría que hay un problema para ser honesto», dijo Klopp.
«Son conversaciones. No estoy seguro de que dos grandes empresas traten de unirse, normalmente en la vida normal y en los negocios eso no se hace de la noche a la mañana.
«La firma de un gran contrato, no es como la compra de un teléfono inteligente en el que sólo se firma una cosa y se hace.
«Hay que tener en cuenta muchas cosas, algunas por parte del club y otras por parte del jugador y muchas por parte del agente. Esa es la cuestión. Nada más».
