La recién coronada campeona del peso gallo, Julianna Pena, puso fin a una de las grandes rachas de la historia de la UFC cuando sobrevivió a un bombardeo en el primer asalto de Amanda Nunes en el UFC 269 y luego luchó para someter a la «Leona» y capturar el título femenino de las 135 libras.
No es exagerado sugerir que el presidente de la UFC, Dana White, estaba «desanimado» por el resultado.
«Está un poco desanimado porque su pequeña gallina de los huevos de oro fue golpeada», dijo Peña a Barstool Chicago (transcrito por Cole Shelton). «Por supuesto, es mucho mejor para ellos financieramente tener a esta chica que nunca ha sido derrotada en siete años, nunca ha sido golpeada, nunca ha perdido, y tiene cinturones en dos clases de peso, ha luchado contra el quién es quién de la división y ha matado a todos esos gigantes».
Todos menos este.
«Por supuesto, no están pensando que tengo una oportunidad y quieren que ella gane porque se ve mejor para la promoción, se ve mejor para el UFC», continuó Peña. «No esperaban que yo ganara. Literalmente, les miré después de la pelea y todos sus mandíbulas estaban en el suelo. Me dije: ‘Siento arruinaros el día, chicos’, lo siento, pero ¿qué voy a hacer? No es algo que esté amañado de ninguna manera, así que depende de cada uno».
No es sorprendente que White ordenara una revancha inmediata.
Después de que terminen sus tareas como entrenadores en la temporada 30 de The Ultimate Fighter (TUF), Peña y Nunes se volverán a enfrentar en el evento principal del UFC 277 de pago por visión (PPV), programado para el sábado 30 de julio de 2022 en el American Airlines Arena de Dallas, Texas.
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