La Copa Mundial 2022 se reduce a sus ocho últimos equipos. Los octavos de final mostraron a los equipos reduciendo sus rotaciones y formalizando una mentalidad más estratégica, ya que las decisiones al minuto afectan a alcanzar la gloria o irse a casa.
En cuartos de final, veremos un sistema aún más afinado por parte de los equipos restantes. Con al menos tres días de descanso para cada equipo, será el momento de que los seleccionadores y su personal se hagan a la idea de cómo quieren atacar y defender a sus rivales. Así pues, ¿cuáles son los duelos tácticos más vitales de los próximos cuartos de final?
Gareth Southgate contra Kylian Mbappe
A estas alturas se ha convertido en un meme criticar a Gareth Southgate y su perspicacia táctica. Dejaré el comentario sobre a quién llevó a Qatar a los guerreros de Twitter, pero diré esto: La forma en que Southgate prepare a su equipo para defender a Mbappé podría determinar este partido de cuartos de final.
No es tan sencillo como preguntarse qué lateral elegirá para intentar frenar a Mbappé. Esa decisión probablemente se reducirá a la preferencia de Southgate por Kyle Walker frente a ser arriesgado e ir con una mentalidad más ofensiva. Southgate no puede elegir a Reece James, que probablemente sería la mejor opción.
Suponiendo que Walker sea la elección, es tan capaz como pocos laterales en el mundo de seguir el ritmo de Mbappé y desafiarle físicamente. El problema radica en las lagunas y los fallos de concentración. Cuando Walker opta por involucrarse ofensivamente aunque sea por un momento, la contra es donde Mbappé buscará abalanzarse. Ahí es donde la forma en la que Southgate configure e instruya a John Stones para que no le pillen asomado en una línea alta y a Declan Rice para que sea el lanzador defensivo en el centro del campo hará o deshará una contra francesa.
No existe tal cosa como contener a Mbappé por completo. Va a salir a la carrera o a recibir algún servicio que ponga a Inglaterra en situaciones de riesgo. La clave es que Southgate se asegure de que su equipo pueda hacer que las ocasiones de Mbappe sean lo más incómodas posible.
João Félix contra Achraf Hakimi
Quizás la actuación más impresionante de los octavos de final fue la de Portugal, que dominó absolutamente a Suiza por 6-1. Me abstendré de hacer un chiste sobre el queso suizo, pero el ataque de Portugal, liderado por Félix, Bruno y Gonçalo Ramos, voló con determinación en cada ataque.
En el otro lado del partido, Hakimi y Marruecos han permitido un solo gol en este Mundial, y ese único gol fue en propia puerta. Parte de la manera en que Marruecos se organizó fue permitiendo a Hakimi hacer lo que mejor sabe hacer sin exponer a la defensa.
Todavía no ha habido ningún extremo como Félix en el lado del campo de Hakimi en Qatar. Cómo consiga mantener a raya a João mientras sigue haciendo lo que mejor sabe hacer, en ataque, determinará cuánta presión puede ejercer responsablemente Marruecos sobre Portgual.
Virgil Van Dijk contra Julián Álvarez y Lionel Messi
Vamos a suponer por el bien de este ejercicio que Louis Van Gaal no va a tirar de la manta y cambiar la defensa de tres de repente. Si hay un partido para hacerlo, es éste. Introducir a Matthijs de Ligt en una estructura defensiva más sólida no sería la mayor locura del mundo.
Por ahora, parece que le va a tocar a Van Dijk por su cuenta en el medio. Si vas a elegir a un solo defensa central en el mundo para esa tarea contra Argentina, elegirías a Van Dijk.
En su partido contra Australia, Argentina por fin pareció un equipo que podría tener la cohesión necesaria para ser una amenaza en las semifinales del Mundial. Álvarez y Messi se lucieron, con Messi regresando al 2013 con algunas de las carreras que estaba haciendo. Argentina debería haber marcado al menos dos goles más en su victoria sobre Australia, las ocasiones falladas por Lautaro dejaron algunos sobre la mesa.
La colocación de Van Dijk en el juego de intercambio entre Messi y Álvarez será vital para la defensa del último tercio de los holandeses. Tendrá que ser rápido en sus pies y tener el movimiento de cadera más flexible que ha tenido esta Copa del Mundo para mantenerse al día con los pases cortos ofensivos y los uno-dos clínicos.
Neymar contra Marcelo Brozović
En la victoria de Croacia en octavos de final contra Japón, Brozović corrió unos 16,70 km o poco más de 16 kilómetros. Batió su anterior récord del Mundial, de la semifinal de 2018 contra Inglaterra. Esta vez, Brozo tiene el privilegio de formar pareja con sus compañeros croatas del centro del campo para intentar sofocar a la máquina brasileña.
Gran parte del éxito de Brasil termina con destellos en las bandas que emparejan acon increíbles entradas en el tercio final. Esa batalla depende de que los laterales sean capaces de cerrar a Vini y Raphina. Pero el juego de anticipación que genera Brasil, principalmente a través de Casemiro y Neymar, es lo que lleva a la creatividad que vemos en el producto final.
Para que Croacia mantenga a raya a Brasil, será esencial que Brozo sea capaz de controlar a Neymar. El intercambio de juego entre Neymar y Richarlison ha sido letal. Si Brozo es capaz de mantener la presión sobre Neymar antes de que pueda hacer jugadas a dos bandas con Richarlison, contribuirá en gran medida a mantener a Croacia en el partido.
