«¿Estás emocionado por la Navidad?», preguntan mis cinco hijos al unísono.
«Yo sí, pero es un poco diferente». respondo.
A continuación les explico que, a mis 39 años y padre de cinco hijos, me preocupo mucho menos de mí mismo que de los demás. Los «otros» a los que me refiero son esos cinco niños pequeños y otros familiares y amigos. Disfruto mucho más viendo a los demás disfrutar de su día que preocupándome por lo que yo consigo o siento que merezco.
Tras el fallecimiento de Franco Harris la semana pasada, cuanto más leo sobre el hombre, más impresionado estoy con él. En otras palabras, sabía mucho de Harris como jugador, y sabía que a menudo era un símbolo de la ciudad de Pittsburgh, pero cuando leo sobre sus obras humanitarias y su ayuda a los demás, me viene el deseo de ayudar a los demás.
Es fácil ser egoísta. Todos somos egoístas de muchas maneras, pero eso no significa que no podamos cambiar. Que no podamos ajustar y alterar nuestra forma de pensar. Si alguien alguna vez conoció a Franco Harris, siempre salió con una historia positiva. Lo generoso que era con su tiempo.
Cuando se piensa en alguien de su talla, miembro del Salón de la Fama y cuatro veces campeón de la Super Bowl, sería fácil convertirse en una especie de ermitaño. Sin embargo, Harris nunca evitó a los aficionados ni los eventos. Parecía apreciar y cuidar esos momentos con clase y dignidad. Incluso la semana anterior a su muerte, todos los medios que solicitaron una entrevista con Franco la consiguieron. Es probable que no quisiera hacer todos los podcasts, anuncios de radio y entrevistas de esa semana, pero lo hizo. Poner a los demás por delante de sí mismo.
Todos tenemos esos acontecimientos, o momentos, que preferiríamos evitar. Pero quizá podamos aprender algo del tiempo que Harris pasó en el ojo público y adoptarlo en nuestras vidas. Ayudar a los demás y estar ahí, en lugar de preocuparnos más por nosotros mismos y nuestros propios deseos.
Ese es uno de los muchos objetivos que me he marcado para el próximo año. Menos yo y más ayudar a los demás.
Espero que tú y tus seres queridos paséis unas felices fiestas, y que sepáis que os doy las gracias a todos y cada uno de vosotros por formar parte de la mejor comunidad de los Pittsburgh Steelers en Internet. No pasa desapercibido.
