Andy Robertson, con un cabezazo a bocajarro, había adelantado al Liverpool en los últimos minutos, antes de que un remate de Alisson diera el empate a Son Heung-Min. Robertson fue posteriormente expulsado por una entrada salvaje tras una intervención del VAR.
Los Spurs se quedaron cortos en su búsqueda de la victoria contra su mermado rival, pero Conte y el Tottenham tenían motivos para estar contentos tras su exhibición en el último partido antes de Navidad.
El viejo dicho «la forma es temporal, la clase es permanente» se ha demostrado correcto y una y otra vez en el fútbol – y resultó ser el caso de nuevo el domingo para Kane.
Pero incluso él admitirá que ha llevado esa noción al límite esta temporada.
Pero Kane finalmente dio señales de vida, justo cuando él y el Tottenham más lo necesitaban.
Fue una historia similar para el antiguo compañero de Kane en el crimen, Dele Alli.
Los informes de principios de esta semana revelaron que el Tottenham está dispuesto a facilitar una salida para Alli en el Año Nuevo después de un serio bajón de forma en los últimos dos años.
Parece que hace casi una eternidad que el tándem de Kane y Alli llevó a los Spurs a la cúspide de un primer título de la Premier League allá por 2017.
Pero al igual que Kane, Alli puede haberse dado a sí mismo la más mínima oportunidad de resucitar su desinflada carrera contra el equipo de Jurgen Klopp.
En lo que debería haber sido el telón de Alli en el último partido antes de Navidad, el ex as de Inglaterra hizo retroceder el reloj para producir una exhibición llamativa y llena de acción. El jugador de 25 años acosó al centro del campo de los Reds y fue una pieza clave en la soberbia exhibición del Tottenham.
Alli estuvo a punto de marcar, pero Alisson lo frustró con una parada de categoría mundial.
Él, junto con Kane, estuvo a punto de replicar su magia de antaño al principio de la segunda parte, pero de alguna manera ambos se combinaron para desbaratar una ocasión de oro.
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A pesar de ese fallo, el Tottenham, liderado por Kane y Alli, se mostró lo suficientemente prometedor en el partido como para insinuar que Conte todavía puede idear un desafío entre los cuatro primeros en el nuevo año.
Dado el pedigrí de entrenador del italiano, eso no es exactamente una gran sorpresa. Pero el hecho de que puedan ser Alli y Kane los que lideren el ataque sí lo es.
Después de todo, un renacimiento del viejo dúo nostálgico del Tottenham definitivamente no parecía estar en el guión para 2022 antes del domingo.
Una golondrina no hace un verano, y ambos, Alli en particular, tienen más que hacer para que eso sea una realidad.
Pero el mero hecho de que pueda llegar a buen puerto debería dejar entusiasmados a los aficionados de los Spurs y a Conte de cara a la segunda mitad de la temporada.
