La afición de Aaron Rodgers por la ayahuasca no va a desaparecer pronto, y el QB de los Packers sigue ensalzando sus virtudes. Durante la aparición semanal de Rodgers en The Pat McAfee Show habló de sus sentimientos sobre la droga, y dijo que podría seguir usándola si es «llamado» a tomarla de nuevo.
Rodgers ha sido un gran defensor del alucinógeno, atribuyendo a la ayahuasca en parte sus dos últimas temporadas de MVP. Obviamente, es su prerrogativa, pero Rodgers también está jugando a la semántica en su justificación del uso de la ayahuasca.
«La ayahuasca no es una droga. Tiene propiedades que tienen capacidades alucinógenas. Pero no es una droga. Estamos hablando de plantas».
Seamos extremadamente claros: es una droga. Tanto por las definiciones legales como por las del diccionario es una droga. No hay forma semántica de separar la ayahuasca de la «droga» sólo porque a Rodgers no le gusta el término, y está tratando de redefinir lo que significa «droga» para justificar su uso. Por definición, una droga es una sustancia que tiene un efecto fisiológico cuando se introduce en el cuerpo humano. Hay muchas drogas legales que no se limitan a la medicina: la cafeína, la nicotina y el alcohol son tres ejemplos de drogas legales.
La ayahuasca es una droga ilegal, y su ingrediente activo dimetiltriptamina (DMT) está en la lista de la DEA como una sustancia de la Lista I «sin uso médico actualmente aceptado y con un alto potencial de abuso». La DMT no es diferente de los compuestos que se encuentran en la psilocibina (setas mágicas) o la mescalina (peyote). Se están llevando a cabo extensas investigaciones para ver si estos compuestos pueden ser utilizados médicamente, pero estos estudios aún no están completos – aunque, para ser justos, hay algunas investigaciones prometedoras que muestran que estos compuestos pueden ayudar en los campos de la atención psiquiátrica y geriátrica.
Un elemento que los investigadores están explorando es el peligro potencial a largo plazo del uso regular de DMT y drogas psicodélicas relacionadas. Los resultados preliminares muestran que el uso ocasional de drogas como la ayahuasca no tiene efectos observables a largo plazo, lo que coincide con su uso en las ceremonias religiosas tradicionales, sin embargo, no está claro si el uso regular podría tener efectos duraderos o cambios permanentes en la química del cerebro – como se ha observado en otras drogas de la Lista I como la heroína o el LSD.
Ahora, podemos debatir si las drogas vegetales no procesadas como la ayahuasca, las setas, el peyote y la marihuana deberían ser despenalizadas o legalizadas – pero por ahora, son ilegales en la mayoría de los estados. Esto plantea un extraño y fascinante problema para la NFL. Uno de los jugadores más visibles y populares de la liga aboga por un narcótico ilegal y le atribuye su éxito, y los Packers incluso se burlan de la afición de Rodgers por la ayahuasca.
¿Te imaginas la reacción de la liga si los jugadores celebrasen un touchdown simulando que se pasan un canuto? Sería una anarquía absoluta llena de multas y quejas a las redes. En cambio, Rodgers es más o menos libre de seguir hablando de ello, porque es una sustancia marginal y menos conocida que la marihuana, por la que numerosos jugadores han sido suspendidos.
No se trata de delatar a Aaron Rodgers por consumir ayahuasca, sino de reconocer que sí, las leyes sobre drogas en Estados Unidos son arcaicas y tontas cuando se trata de sustancias vegetales no procesadas, pero siguen siendo drogas. Los peligros del abuso de la DMT todavía se están investigando, y es un poco salvaje que la NFL no esté tratando de poner un alto a esto. El Señor sabe que un Ricky Williams fue arrastrado por el barro a principios de la década de 2000 por hablar de cómo la marihuana le ayudó con la ansiedad social y el trastorno límite de la personalidad, y eso fue para un uso más legítimo que «expandir su mente», como Rodgers está haciendo con la ayahuasca.
Es un doble estándar salvaje, y es increíble que no se le pida a Rodgers que deje de hacerlo.
