Los Lakers decidieron dar descanso a Anthony Davis y podría costarles caro a final de temporada

Los Ángeles Lakers han tenido una temporada de altibajos, por decir lo menos. Empezaron con un triste récord de 2-10 tras perder contra los Sacramento Kings. Después, estaban decidiendo si tenía más sentido mover a Russell Westbrook al banquillo, y se estaban cavando un enorme agujero con sólo 12 partidos de la temporada.

Los Lakers acabarían moviendo a Westbrook al banquillo, pero eso no les ayudó a subir en la clasificación. Al final se tomó la decisión de desplazar a Westbrook y traer a varios jugadores nuevos. Jarred Vanderbilt, D Angelo Russell y Malik Beasley han insuflado algo de vida a las esperanzas de playoffs de los Lakers. Desafortunadamente, el bicho de las lesiones que ha plagado a los Lakers durante toda la temporada volvió a asomar su fea cabeza cuando a LeBron James se le diagnosticó una lesión en el pie derecho.

Eso significaba que los Lakers dependerían aún más de su otra superestrella, Anthony Davis. Tras una de sus mayores victorias de la temporada, 123-108 ante los Pelicans, los Lakers tuvieron que tomar una decisión. Descansar a Davis en la segunda noche de un back-to-back, o dejarle jugar mientras luchan por los playoffs. El rival del miércoles por la noche es un equipo de los Houston Rockets que ha tenido el peor récord durante dos años consecutivos y está en camino de llevarse esa corona de nuevo.

Los Rockets vienen de su mayor victoria de la temporada después de vencer a los Boston Celtics, pero siguen siendo los Rockets de ninguna manera se puede perder contra un equipo con 15 victorias que llegan a la noche del miércoles, ¿verdad?

Bueno, fans de los Lakers, para cuando leáis este artículo, ya sabréis la respuesta. Los Lakers decidieron dar descanso a Davis a pesar de que quería jugar.

Al parecer, fueron el equipo y los médicos de los Lakers quienes decidieron sentar a Davis a pesar de que los Lakers son actualmente 10º y sólo medio partido por delante de los Jazz por el último puesto de play-in. La decisión también dejó perplejos a muchos ex jugadores y medios de comunicación de la liga.

No estamos hablando del partido 10, ni del 20, ni siquiera del 41 de la temporada. A los Lakers solo les quedan 12 partidos en la temporada y no tienen de ninguna manera garantizado llegar a los playoffs. James se siente mejor, pero todavía no hay un calendario concreto para el regreso de James.

Eso significa que tienen que depender de Davis para tener alguna posibilidad de llegar a los playoffs. Una derrota puede ser la diferencia entre ir a Cancún una vez que suene la chicharra el 9 de abril o prepararse para los playoffs. Todos conocemos el historial de lesiones de Davis, pero estamos en un momento de la temporada en el que no se puede dar ningún partido por sentado. Tal vez los Lakers pensaron que los Rockets no representaban una amenaza y que aún podían conseguir la victoria, pero pronto descubrieron que no hay victorias automáticas en la NBA.

Si los Lakers pierden los playoffs por un partido, recordarán el partido del 15 de marzo contra los Rockets y lamentarán su decisión de sentar a Anthony Davis.